LA DEFENSA JURÍDICA DEL MEDIO AMBIENTE EN FAVOR DE COMUNIDADES MAYAS
DIRECCIÓN DE DERECHO ECOLÓGICO Y AMBIENTAL.
La mayoría de las comunidades mayas de la Península de Yucatán no están familiarizadas con los
términos “medio ambiente”, desconocen también la regulación existente al respecto; casi todas,
incluyendo las directivas de las asambleas ejidales, no tienen información y menos formación sobre
las leyes en torno a este tema.
Cuando tienen conflictos y no logran arreglarlo de acuerdo con sus
modos de mirar y acordar, buscan el apoyo de un abogado, del visitador agrario, o de alguien que
se presume conocedor del tema que pasa por esos rumbos con intereses oscuros principalmente
respecto a la ocupación de la tierra ejidal.
No han sido pocas veces en que los campesinos han sido engañados, timados, defraudados por
cierto abogado de esos que tienen el perfil de un abogado solo titulado, igual por el visitador agrario
que se pone del lado del quien le paga más, o por los coyotes que en muchos ejidos aparecen como
ejidatarios, luego se hacen propietarios de esa tierra, después la venden o rentan a empresarios para
el desarrollo de megaproyectos que redunda en el despojo de la tierra y el territorio de la
comunidad.
A estas alturas, es difícil decidir lo aconsejable a los ejidatarios, (es un poco más fácil a toda la
comunidad), decirles que conozcan las leyes o mejor que no lo hagan; resulta que la regulación en
materia ambiental es una desregulación, un caos complejamente orquestado, es la legalización del despojo; son leyes racistas, son normas dictadas al poder legislativo por las empresas despojadoras,
es una ley burgués.
Hay algunos abogados que hemos encontrado que son de mucha altura en lo técnico, en lo moral y
en su compromiso con la justicia, sí los hay, son de esos que saben el manejo del pico y del martillo
para abrir las grietas del muro de la ley burgués; aunque hay muy pocos pero gracias a ellos hemos
podido entender que existe esto que llaman litigio estratégico y participativo, aunque no estamos
muy seguros de lo que significa estos términos, hemos visto que el trabajo que hacen dichos
abogados lo prefieren de la mano de la comunidad, por medio de varios talleres elaboran juntos las
quejas, los amparos; en colectivo construyen los argumentos y todos participamos en el proceso
para prevenir el engaño, el control de la información de un solo lado y que la lucha sea dada por
todos en la medida de la posibilidad de los involucrados, pero nadie se puede quedar al margen.
Lo que está claro en las comunidades hoy, es que están pasando por un tiempo de complejidades
en las que están en una desventaja muy grande ante la voracidad del arrebato del territorio por el
interés occidental; la primera dificultad es por ser mayahablantes, el español que con esfuerzo
hablan es de sobrevivencia, pero los ladrones de tierra no tienen piedad, les descargan términos
técnicos en materia jurídica o ambientalista que confunde a la primera al comisario de la asamblea
que termina diciendo sí a todo lo que se le propone porque entendió que le van a pagar un dinero
para su ejido.
Sustentabilidad, litis, subusufructo, regulación, amicus curiae, rentabilidad,
enunciativas mas no limitativas, abstracto, son algunos cañonazos lingüísticos que recibe el
ejidatario de parte de los despojadores del territorio que llegan a las asambleas con su equipo
jurídico listos como perros rabiosos a estrangular al ejidatario.
Así mismo, la asamblea ejidal de cultura maya, se enfrenta a otra cultura, a la que llamamos aquí
occidental, en donde negar una culpa es siempre la mejor defensa, engañar es la estrategia, dominar
es la consigna, eliminar es la meta y acumular dinero es el destino. La colonización antigua logró
domesticar en las haciendas henequeneras a muchas familias mayas y la colonización nueva ha
logrado hacer una cirugía en el pecho de muchas comunidades y les ha injertado un corazón
consumista de chatarra, por eso muchos prefieren recibir un apoyo que defender el derecho que
como persona, como cultura y como pueblo les pertenece, así es como entregan sus cuatro
extremidades, en modo cooperativo, al poder en turno para que alimenten su sueño de viajar en un
tren de alta velocidad, disfrutando el vaivén del chuk chuk chuk, aunque lo que realmente les han
preparado es una oportunidad para pedir limosna en alguna estación.
A todo esto se va a enfrentar el abogado que decide caminar de la mano, por la defensa del territorio,
con aquellas y aquellos con memoria histórica, los hombres y mujeres de maíz rojo que han
decidido dar la batalla por la conservación de las selvas, de las flores, de las abejas, de las plantas
medicinales, de la milpa, de los animales, de la cultura maya, de la lengua de Jacinto Can Ek y de
sus sueños. ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿con estas leyes burguesas? ¿frente a estos jueces racistas?
¿ante un gobierno que se dice de izquierda pero que le sirve a la derecha? ¿a pesar de los indios
que se visten de blanco, plumas y cintas rojas que le trabajan de indios al poder oficial entregándole
un bastón? Sí, así es, pero no solo esto, nuestra fuerza fundamental está en el sueño de nuestros
abuelos y abuelas, de aquellos que en medio de la batalla se regresaron a la selva a sembrar la milpa
hace algunos años, hoy se reencuentran como colectivos, como asambleas, como comunidades de
mujeres, hombres, niños y ancianos acompañados por muchos otros corazones que nacieron en
otras geografías pero que son originarias y originarios porque en su corazón traen una mazorca de
maíz rojo.
Pensamos que la dignidad nos puede salvar, es nuestra fe.
Lic. Pedro Regalado Uc Be.
Profesor en la Escuela de Creación Literaria del Centro Estatal de Bellas Artes. Activista Social por la defensa del patrimonio natural y cultural de su comunidad, galardonado poeta y ensayista, integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal
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